El honor del Dracofénix

El honor del Dracofénix

Quedaba poco para llegar al bosque de Enelyonn.

El anciano To-Kolen, exhausto, se sentó recostado contra el tronco del árbol más cercano. Creyó oír un ruido a su espalda y se giró, sobresaltado. No vio a nadie allí, seguramente el cansancio y los nervios le estaban jugando una mala pasada. Estaba agotado, pero debía acudir a la llamada de la Archimaga. Debía entregarle la pieza que custodiaba desde hacía tantos años, la pieza necesaria para invocar al Dracofénix.

Había que salvar a los elfos…

Hoy traigo una reseña muy especial: El honor del Dracofénix, de Deivid León, publicada por Insomnia Ediciones.

Sinopsis

Mientras el mundo sobrevive al filo de una tensa tregua política, el príncipe elfo Al-Hakkai se prepara para ocupar en algún momento el trono de Hassidim. Pero una amenaza que nadie alcanza a comprender acecha a todas las razas, en un plan superior para desatar la guerra de nuevo.
Nadie está a salvo. Pero Hakk no está solo frente a lo que se acerca… Y está dispuesto a lo que sea necesario para salvar al mundo.

Un mundo que aúna la fantasía clásica con toques steampunk

Lo primero que me ha llamado la atención de El honor del Dracofénix es el mundo creado por el autor. Se trata de un universo en el que se mezclan los rasgos de la fantasía clásica con un toque steampunk que me ha parecido muy original y refrescante.

Los protagonistas de la historia son los elfos, una raza que aúna el cuidado por la naturaleza y la vida en el bosque con monturas metálicas y máquinas de vapor y que, además, conoce y estudia la magia.

Frente a ellos encontraremos a las otras dos razas típicas de la fantasía de tipo medieval: los enanos y los humanos. Los primeros están caracterizados de una forma un poco más clásica: hombres barbudos encerrados en su montaña. Aún así, tienen ciertos toques que les aportan algo más de originalidad. Los humanos, por su parte, parecen estar basados en los vikingos (o, al menos, a mí me han recordado mucho a ellos).

El conjunto me ha resultado muy interesante. Me hubiera gustado que se desarrollara un poco más y que los conociéramos mejor a lo largo de la historia.

Aparte de estas diferentes razas, nos encontramos en un mundo en el que existe la magia. No se explica mucho de ella, es algo de lo que me habría gustado tener más información a lo largo del libro, pero un detalle que me ha parecido muy bueno es ver el coste que esa magia supone para el que la emplea. Es algo que a veces se olvida y que, en este caso, el autor ha sabido emplear con acierto.

Personajes dispares poco perfilados

Es una pena, pero no he conseguido congeniar con ninguno de los personajes de la novela. Quizá por eso me ha costado algo de trabajo seguir su historia.

El protagonista de El honor del Dracofénix es Al-Hakkai, Hakk para los amigos, príncipe heredero de la Casa de los Cipreses. Es un joven mujeriego y algo bravucón que, en el fondo, está preocupado por no ser lo suficientemente bueno como para suceder a su padre. A pesar de sufrir cierta evolución a lo largo de la historia, en ningún momento he conseguido empatizar con él, lo que me ha impedido disfrutar de sus aventuras.

El honor del Dracofénix - Hakk

Junto a Hakk tenemos a su hermana pequeña, Al-Orah, aprendiz de maga. Con ella tengo sensaciones encontradas. En la primera parte de la historia me ha parecido un poco tonta e infantil, una muchacha un poco molesta y muy curiosa. Sin embargo, en el tramo final del libro Orah cambia por completo, demuestra una profundidad y unos matices que no me esperaba para nada. La evolución de este personaje es una de las cosas que más me ha gustado de la novela.

El honor del Dracofénix - Orah

Acompañando a los dos príncipes encontraremos a la escuadra de Hakk, su guardia personal. La componen Ut-Omer, la mano derecha y mejor amigo de Hakk, la escudera Wal-Heli, el ballestarcabucero Pe-Katè y el lancero Ke-Veros. Estos personajes me han parecido bastante planos y poco perfilados. Es una pena, porque creo que con un poquito más de desarrollo habrían enriquecido mucho toda la historia. Pero han quedado un poco desdibujados, hasta el punto de que en ocasiones me resultaba difícil distinguir cuál de ellos hablaba en cada momento.

Quizá por esta falta de desarrollo, por lo poco que conocemos a los compañeros, o por lo poco que he empatizado con el carácter de Hakk, los diálogos entre los distintos personajes en ocasiones me han resultado muy forzados, poco creíbles.

El honor del Dracofénix - Omer

Una historia con altibajos y giros inesperados

El honor del Dracofénix está dividido en dos partes muy bien diferenciadas.

En la primera parte, el príncipe Hakk nos cuenta en primera persona, en pasado, todos los acontecimientos que sucedieron hasta llegar al momento presente. La historia comienza con la ceremonia de la que debería ser su boda, que se ve interrumpida por una serie de terremotos que, posteriormente, se reproducen siempre en series de tres. Esto hace que los elfos sospechen que son provocados y decidan mandar una embajada a los enanos y los humanos para unir fuerzas e investigar la procedencia de estos terremotos.

Esta primera parte es la que más difícil me ha resultado leer. El principio se hace un poco lento, y en ocasiones la redacción me ha parecido bastante enrevesada y confusa; pero aparte de eso, la narración del príncipe Hakk me ha dejado completamente fría, no ha conseguido transmitirme ninguna emoción. Esto es algo muy subjetivo, por supuesto, pero me ha resultado muy chocante, no me parecía que su forma de hablar o sus reacciones se correspondieran con las situaciones que estaba viviendo, y eso me sacaba bastante de la historia.

Aunque me seguía faltando cierto sentimiento, la trama se vuelve más interesante a partir del encuentro con las otras razas. Como ya he dicho al principio, me habría gustado saber algo más de ellas, que esta interacción entre las razas se hubiera detallado un poco más, pero se pasa por ella un poco de puntillas. Hasta que sucede algo… y da comienzo la segunda parte.

Qe-Veros

La segunda parte de El honor del Dracofénix está escrita en presente, en primera persona, alternando las voces de Hakk y Orah. Aunque este cambio al presente hace que te sientas algo más cercano a los protagonistas, la verdad es que los fragmentos narrados por Hakk me han seguido resultando bastante fríos. Además, y esto vuelve a ser algo totalmente subjetivo, ha habido ciertas escenas en torno al príncipe que creo que no he llegado a entender.

Sin embargo, es en esta segunda parte donde Orah adquiere todo el protagonismo y demuestra la gran evolución que experimenta. Esta parte, la narrada por Orah, sí me ha llegado un poquito más. Lástima que haya sido solo al final.

Aparte de que creo que hay alguna contradicción en la historia, me habría gustado que determinadas escenas se desarrollaran mucho más para darle mayor sentido y profundidad a la trama. Algunas escenas clave me ha parecido que se narraban muy deprisa y con poco detalle. El final, por ejemplo, creo que se ha cerrado de manera muy apresurada y que el autor se debería haber detenido un poco más en él. Lo que hay que reconocer es que el libro tiene algunos giros de trama muy, pero que muy sorprendentes.

En resumen, El honor del Dracofénix me ha parecido un libro con una buena base pero que no me ha llenado como esperaba. Espero que otros lectores se sientan más cercanos al príncipe Hakk y sus aventuras.

Escondida tras un arbusto, Nyérelle observaba al anciano. Parecía haberse quedado dormido, pero cuando la elfa estaba a punto de salir de su escondrijo el hombre abrió los ojos y echó mano a su zurrón. El momento que la joven esperaba se acercaba…

El viejo To-Kolen metió la mano en su morral y, con un cuidado reverencial, sacó un pequeño paquete. Apartó con delicadeza los trapos de lino que envolvían el pequeño fragmento de su interior, la pieza que la Archimaga le había encomendado:

Nyérelle salió como una exhalación de su escondite y de un tirón arrancó la pieza de las manos del anciano. Corrió como alma que lleva el diablo hasta perderse en la espesura. El viejo To-Kolen no pudo hacer nada por evitarlo. Con la mirada fija en el punto en el que había perdido a la ladronzuela, se puso de pie con dificultad. No podía permitirlo. Debía recuperar su fragmento. Solo aquel que encontrara todas las piezas podría invocar al Dracofénix y alcanzar la ansiada recompensa.

¿Estás dispuesto a ser tú el héroe que recupere todos los fragmentos? ¡Quizá entre todos #SalvemosALosElfos!

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