Hoy os traigo la reseña de La voz de Amunet, de Victoria Álvarez, publicado por Nocturna Ediciones.
Este ha sido uno de los libros que he leído dentro de la inciativa #LeoAutorasOct, como os comenté aquí y aquí. Es el primer libro que leo de esta autora. Tengo muchas ganas de leer su trilogía de Helena Lennox, pero decidí empezar por algún libro autoconclusivo. Como apasionada del Antiguo Egipto, la elección era fácil.
Sinopsis
Egipto, 1346 a.C.: Desde que tiene uso de razón, la pequeña Amunet ha sido capaz de comunicarse con los animales, pero su vida da un vuelco cuando los sacerdotes de Amón, el clero más poderoso del Antiguo Egipto, descubren su prodigioso don. Convencidos de que es la pieza que necesitaban en su rompecabezas político, se la llevan al templo de Ipet Sut, donde comenzará su formación como heka o hechicera al servicio de la familia real.
Egipto, 1799: Cuando el ejército de Napoleón Bonaparte se hace con el control de El Cairo, la banda de ladrones a la que pertenece Shaheen recibe el encargo de asaltar una antigua sepultura del Valle de los Nobles. Lo que Shaheen no sabe es que en esa tumba se encontrará con algo mucho más inquietante: el espíritu de la propia Amunet, atrapado durante más de tres mil años… y sediento de venganza.
Desde ese momento, sus existencias se entrelazan de manera inevitable en un juego de poder enmarcado en el entorno de Bonaparte, sustituyendo el azul del Nilo y el oro del desierto por el rojo derramado en las calles del París revolucionario.
Cuatro personajes… y medio
Cuatro son los personajes principales de La voz de Amunet, dos parejas que narrarán los acontecimientos en dos épocas históricas diferentes.
Shaheen y Gabriel
El libro comienza en El Cairo durante la invasión napoleónica. Allí conoceremos a Shaheen, un pequeño ladrón con la capacidad de hablar con los muertos. Durante el robo de una tumba del Valle de los Nobles se encontrará con el espíritu de Amunet, una joven egipcia que murió más o menos con su edad y que buscará la ayuda de Shaheen para liberarse de la maldición que la mantiene atada al mundo de los vivos.
En el saqueo de la tumba, Shaheen se cruzará con Gabriel Roux, un joven arqueólogo francés que, junto a su tío, ha acompañado a Napoleón en su expedición para aprender más de la cultura del Antiguo Egipto.
De estos dos personajes lo que más me ha gustado es su evolución y su historia personal. La timidez, el miedo más bien, inicial de Shaheen irá evolucionando a medida que tenga que enfrentarse a los acontecimientos hasta revelarnos un personaje mucho más fuerte de lo que aparenta en realidad. Gabriel, por su parte, comienza siendo un joven atolondrado, mujeriego y despreocupado para ir revelándonos poco a poco sus traumas pasados y su buen corazón.
Amunet y Khay
En la otra línea temporal, en el Egipto de Akhenatón, conoceremos a la otra pareja de personajes principales. Khay es un joven escriba marcado por una malformación congénita que le hace usar una muleta. Un día, siendo niño, ve cómo la pequeña Amunet es capaz de hablar con los animales. Cuando esta habilidad llega a los oídos de los sacerdotes de Ipet Sut, deciden formar a la niña para convertirse en heka, hechicera.
En este caso los personajes también sufren una gran evolución. Al principio son dos niños felices e inocentes, pero los avatares que sufrirán les harán madurar y les pasarán factura, en más de un sentido.
Y por eso quiero incluir el «medio personaje» adicional: el espíritu de Amunet. Desde el principio me chocó mucho lo diferentes que eran la Amunet niña y el espíritu que interactúa con Shaheen. Sus caracteres son tan diferentes que una de las cosas que más curiosidad me provocaba de la historia era descubrir qué le había pasado a esa niña para acabar de esa manera.
Y un increíble elenco de secundarios
Además de los protagonistas, en La voz de Amunet encontramos un enorme despliegue de personajes secundarios. Desde la princesa Meresamenti, hija de Akhenatón, hasta el mismísimo Napoleón, conoceremos a una gran variedad de personajes, cada uno de ellos con una personalidad y unas peculiaridades que los hacen diferentes y únicos, lo que demuestra el gran mimo con el que han sido creados. Además, las distintas motivaciones que los mueven, enfrentadas entre sí, serán el motor de una trama que se va complicando a medida que vamos conociéndolos a todos.
Dos historias entrelazadas
La voz de Amunet va alternando capítulos de cada uno de los cuatro personajes principales, saltando entre las dos líneas temporales en las que se van desarrollando las historias.
Por un lado, en el Antiguo Egipto tenemos a Amunet y Khay enfrentándose a los complots que surgieron a raíz de la subida al trono de las Dos Tierras de Akhenatón, el llamado Rey Hereje por haber sustituido el tradicional culto a Amón por el de Atón. Nuestros dos jóvenes se verán arrollados por los tiempos convulsos que les ha tocado vivir y se verán envueltos en toda una trama de intrigas palaciegas que, desde el principio, sabemos que no van a acabar bien para Amunet. Pero ¿por qué? ¿qué le sucederá a nuestra joven heka? Debo reconocer que esta trama me ha tenido mucho más enganchada que la siguiente…
Que es la que protagonizan Shaheen y Gabriel en la Francia napoleónica. En esta parte de la historia los protagonistas tratarán de localizar las reliquias que librarán a Amunet de la maldición que la mantiene atada a nuestro mundo. En este caso también se verán involucrados en las conjuras de Napoleón por hacerse con el poder. Aun así, esta historia me ha atrapado menos que la anterior. Porque, a pesar de los múltiples giros que presentan las dos historias, la trama egipcia me ha parecido mucho más compleja e interesante. Quizá porque soy una fanática del Antiguo Egipto…
Ambientación de lujo
Y como buena fanática, y como historiadora, he podido apreciar el ingente trabajo de documentación que Victoria Álvarez ha llevado a cabo para recrear con todo lujo de detalles la vida en el Egipto de Akhenaton. No solo eso, sino que consigue mostrártelo todo: los colores, los olores, los sabores, los sonidos… hasta que de verdad te ves dentro de la ciudad de Atón. Y todo esto sin que en ningún momento tengas la sensación de que te esta bombardeando con información, sino a través de pequeñas y precisas pinceladas aportadas en el momento justo. Eso solo se puede conseguir con en estilo de lo más cuidado y un gran amor por los pequeños detalles.
Quizá porque no me ha parecido tan minuciosamente descrita, o porque la época no me llama especialmente la atención, la trama que se desarrolla en la Francia revolucionaria no me ha causado tan buena impresión. Y aun así, contiene la tensión y la intriga suficientes como para mantenerte pegado a sus páginas.
En definitiva, una combinación de historia, personajes, giros dramáticos, ambientación y estilo narrativo como pocas veces he encontrado en una novela y que me ha cautivado. Sin duda cogeré la saga de Helena Lennox con muchas más ganas que antes.
¿Te animas a conocer La voz de Amunet?
¿Vosotros habéis leído ya la saga de los Lennox? ¿Cuál es vuestro libro favorito de Victoria Álvarez?
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