Desde hace unos días estoy planificando una nueva novela, el #ProyectoHojas. He empezado diseñando los protagonistas: voy a tener dos chicas que van a llevar la mayor parte de la historia, así que he estado buscando mucha información sobre los personajes femeninos de los libros juveniles.
En casi toda la literatura se repiten una serie de personajes típicos que suelen aparecer en casi todas las obras de una u otra manera. Pero como los tiempos cambias, los personajes femeninos de los libros juveniles también lo han hecho. O mejor dicho, lo están haciendo, que aún queda mucho por andar.
Roles clásicos de los personajes femeninos de libros juveniles
En los cuentos de toda la vida, y casi en toda la literatura anterior a los años 80, las chicas solo valían para interpretar unos roles muy determinados. Las primeras pelis de Disney, que en su mayoría se basan en estos cuentos, están llenas de ejemplos.
La princesa
Raro es el cuento en el que no haya una princesa. Todas cortadas por el mismo patrón: son muchachas bellísimas, inocentes, hermosas y que no saben hacer la O con un canuto. Igual saben hilar y coser. El caso es que se pasan la vida esperando a su príncipe azul. Sosísimas y aburridísimas.
La primera que se me viene a la cabeza en estos casos siempre es Aurora. Porque oye, al menos Blancanieves hizo algo, huyó, se ocupó de los enanitos… (que esa es otra, si hasta ahora habían vivido ellos solos, no sé por qué Blancanieves tuvo que convertirse en su chacha). Pero Aurora… madre mía, qué muchacha más deprimente.
Sin llegar a ese extremo, Arwen, de El Señor de los Anillos, sería también este tipo de personaje. La Arwen del libro, no la de la peli, que la cambiaron totalmente.
La damisela en apuros
Otro tipo de personaje femenino habitual en los libros juveniles hasta hace unos años era el de la chica que necesita que la salven. Suele ser una chica pavisosa que se mete en algún lío del que el protagonista masculino tiene que salvarla. Además, por regla general, la chica es guapísima y el prota está loco por ella y terminan juntos y felices.
¿En serio?
Hoy en día la mayoría de las chicas no se conforma con esperar a que venga el guapo de turno a salvarlas. Somos capaces de apañárnoslas, o al menos intentarlo, por nuestra cuenta. Y eso también se nota en los libros. Hemos pasado de tener chicas-florero acompañando a los personajes masculinos a ver personajes femeninos que realmente contribuyen a la historia, que aportan un valor por ellas mismas. De ellas hablaremos después.
La bruja
Toda princesa tiene una bruja para amargarle la vida. Es así. Maléfica, por ejemplo. O la madrastra de Blancanieves. O la de Cenicienta, que no es bruja pero es igual de mala. Se ve que ser madrastra da puntos de malignidad. Fuera del tópico de la bruja tenebrosa tenemos también a la Bruja Blanca de las Crónicas de Narnia.
El personaje de la villana en los libros juveniles también ha evolucionado. Aunque siga habiendo brujas (ahí está Dolores Umbridge, de Harry Potter, uno de los personajes más detestados de todos los tiempos), también tenemos personajes antagonistas que luchan por cosas hasta hace poco tan masculinas como el poder (Cersei, de Juego de Tronos o la señora Coulter en La materia oscura).
El hada buena
Con el hada madrina de Cenicienta a la cabeza. Porque claro, nuestra pobre damisela en apuros necesita que alguien le ayude y le resuelva la papeleta. Son el contrapunto a la mala malísima: las hadas son las buenas buenísimas de la película. Qué sería de nuestra protagonista pavisosa sin ellas.
Como los cuentos clásicos de hadas han quedado un poco atrás, también lo han hecho este tipo de personajes, que han sido sustituidos por otro un poco más actual, como veremos ahora.
Personajes femeninos de los libros juveniles actuales
La sabia o mentora
Otro tipo de personaje femenino de los libros juveniles es el de la maestra, sabia o mentora. Cumplen un papel similar al de las hadas buenas, dar al protagonista los recursos que necesita para cumplir su misión, pero desde una perspectiva más realista y actualizada. No regalan nada, no están ahí para sacarle las castañas del fuego al protagonista (o no deberían). Su misión es enseñar, guiar. Un ejemplo perfecto sería la profesora McGonagall de Harry Potter.
La guerrera
Con la inclusión de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad comienzan a aparecer también personajes femeninos luchadores, en el sentido literal de la palabra: guerreras, ladronas, asesinas…Profesiones que hace unos años eran impensables para una mujer. Brienne de Tarth, de Juego de Tronos, es un ejemplo perfecto.
Ojo, lo que queremos son personajes realistas. Una guerrera que empuña una espada casi tan grande como ella debe tener, por fuerza, una musculatura imponente, algo que no encaja muy bien con la belleza despampanante con la que algunos autores aún quieren representar a este tipo de personajes.
De mis lecturas más recientes, Anahí, de Mala Hierba, o Azasha de La Constelación de los Dragones, también encajarían en esta categoría.
La compañera de aventuras
¿Te has fijado en que últimamente abundan las historias protagonizadas por tríos? Desde Harry Potter, con sus inseparables Ron y Hermione, este tipo de grupos se han popularizado en los libros de fantasía juvenil.
Los personajes femeninos que acompañan al protagonista principal han cambiado mucho en los últimos años. Ya no se limitan a ser damas en apuros o las novias de turno. Ahora son chicas fuertes, valientes, listas, con protagonismo en la historia. Ya he mencionado a Hermione, sin la que Harry habría muerto en el primer libro. Annabeth Chase, de la saga de Percy Jackson, es otro buen ejemplo.
La heroína protagonista
Cada vez son más los libros juveniles protagonizados por chicas. No son solo compañeras del personaje principal, sino que son las que llevan el peso de la narración, las que hacen avanzar la historia, se enfrentan a mil dificultades y acaban consiguiendo (o no) vencer al malo. Un ejemplo típico puede ser Lyra Bellaqua, de La materia oscura.
Últimamente he leído muchos libros de fantasía protagonizados por chicas. Dos de los personajes que más me han gustado han sido Amunet, de La voz de Amunet, y Amaranta, de El Don de la Diosa: Redención.
La Mary Sue
Más que un rol que pueden desempeñar los personajes femeninos de los libros juveniles, la Mary Sue se refiere al personaje en sí. Se habla de personajes Mary Sue cuando se trata de chicas perfectísimas, listísimas, guapísimas, sin ningún defecto, que son el centro de atención, tienen a todos los chicos besando por donde pasan y no se despeinan ni en mitad de un tornado. Suelen tener un pasado trágico y algún poder especial, o una capacidad ilimitada de aprendizaje. Lo explica muy bien aquí.
En definitiva, son personajes completamente inverosímiles. En la literatura juvenil hay cientos de ejemplos. Mi favorito es Katniss Everdeen, de Los Juegos del Hambre. Mucha gente incluye a Bella Swan, de Crepúsuclo, también entre estas Mary Sues pero a ver… Bella es cualquier cosa menos perfecta. Una sosa y aburrida y petarda, sí, pero perfecta… 😅
Son personajes que funcionan muy bien, pero de los que muchas lectoras estamos un poco cansadas. Es hora de superarlos, de ir más allá.
Personajes femeninos de los libros juveniles: lo que nos queda por avanzar
Aunque es cierto que se ha avanzado mucho en la representación de la mujer en los libros juveniles, queda aún un largo camino por recorrer.
¿Cuántos libros conoces protagonizados por chicas negras o latinas? ¿cuántas protagonistas que pasan del vampiro guapo y prefieren quedarse con su hermana pequeña?
La sociedad es muy diversa. Los personajes femeninos de los libros juveniles deben serlo también. Yo intento contribuir un poquito a ello… Cuando os pueda presentar a las chicas de #ProyectoHojas, lo veréis 😜.
¿Cuáles son tus chicas favoritas de la fantasía juvenil? ¿Te gustan más los personajes típicos o los que se salen de la norma?
Las imagenes de cabecera son Amaranta (de @Miss_Arilicious) y Amunet (de @ThanatosOfNicte)
La imagen de Blancanieves es de Ina Hall en Pixabay. La de Maléfica es de Elle_N en Pixabay. La imagen de Annabeth Chase es de la web CampamentoMestizo.
Hola, muy buen artículo. Me gustó mucho.
La verdad es que el concepto Mary Sue me tiene algo harto por dos cosas. Primero porque se suele usar para desprestigiar el trabajo de muchos autores y autoras, como si no supieran hacer buenos personajes, sobretodo cuando a veces es una categoría subjetiva y cada uno puede ver al personaje diferente. A veces simplemente los quieren hacer así y ya está.
Y después, porque a raíz de este término se creó el de Gary Stu para los chicos (para disimular), pero nadie se queja de la perfección de Aragorn, por ejemplo (yo nunca lo haré). Puede no gustarte un personaje, pero veo que atacar a un personaje femenino porque es «perfecto» es bastante, como mínimo, feo. Sobretodo cuando muchos libros son de fantasía y claramente vas a consumir cosas épicas, quieres ver cosas poco creíbles muchas veces, forma parte del acuerdo no escrito con el lector. Si no te ha gustado perfecto, pero creo que la etiqueta «Mary Sue» es despectiva y sexista. Mi opinión, claro.
Un saludo!
Estoy bastante de acuerdo. Un personaje perfecto (masculino o femenino, aunque es verdad que se le suele tener más tirria a las chicas) no tiene por qué ser malo de por sí, son clichés que a menudo funcionan. Mira Katniss, por ejemplo. Lo malo es cuando intentas hacer una obra más verosímil y te encuentras con personajes de este estilo, eso sí chirría mucho.
Gracias por comentar 😉
Desde luego, faltan personajes racializados, sobre todo aquí. Pero en literatura americana (y la china viene pegando muy fuerte detrás), ya está cambiando eso. En el Afrofuturismo las protagonistas, obviamente, son todas negras. Tienes autoras como N.K. Jemisin que crean obras de fantasía y ciencia-ficción con personajes racializados, sobre todo chicas negras de sexualidad no normativa. Tienes a Silvia Moreno-García que tiene obras maravillosas ambientadas en un México alternativo sobre todo, con personajes femeninos latinos como protagonistas. El problema es que no veo muchas de sus obras por aquí (N.K. Jemisin hay algo, por ejemplo, pero de Moreno-García no me suena haber visto nada en castellano, y de autoras asiático-americanas que hacen lo mismo tampoco).
Sí, tienes razón. Afortunadamente cada vez llegan más libros de autoras asiáticas, tengo echado el ojo a varios. De N.K. Jemisin también hay varios que me llaman mucho la atención.
Es una pena lo de Moreno-García, a mí tampoco me suena y me encantaría leer algo con ambientación mexicana 🙂
¡Gracias por tu comentario!