¿Te has fijado que, en los libros de fantasía, pocas veces conocemos algo de los padres del protagonista? O es huérfano, o se fuga de casa (entono el mea culpa, que Acastos se marcha sin el permiso de su madre). Son muy poquitos casos los que tenemos de madres con un papel más o menos significativo. Por eso quiero hablar de mi madre fantástica favorita, Molly Weasley, como homenaje a las madres del mundo.
Quién es Molly Weasley
Por supuesto que sabes quién es: la matriarca de la familia Weasley 😁
Pero profundizando un poco más, Molly pertenece a la familia Prewett (ya sabes que las anglosajonas cambian de apellido al casarse) . Los Prewett eran una de las familias de sangre pura más antiguas de Gran Bretaña.
Estudió en Hogwarts en los años 60, donde formó parte de Gryffindor. Allí conoció a Arthur Weasley, con el que se casó años después.
Tenía dos hermanos menores, Gideon y Fabian, que pertenecían a la Orden del Fénix original y que murieron en lo que se ha llamado la Primera Guerra Mágica, el primer enfrentamiento contra Voldemort. Se supone que Molly no participó entonces en la guerra porque tenía que cuidar a sus hijos, que aún eran muy pequeños (cuando Voldemort desapareció en 1981, el mayor de los hijos Weasley, Bill, tenía 11 años; Ron tenía un año, como Harry; y Molly estaba embarazada de Ginny).
Molly Weasley, madre de familia numerosa
Molly es una mujer cariñosa y maternal. Y no solo con sus hijos.
Conocimos a Molly en King’s Cross, en el anden 9 y 3/4. Harry, que estaba más perdido que un pulpo en un garaje, ve atravesar el muro de la estación a los gemelos Weasley y se acerca a Molly para preguntar. Ella enseguida comprende su situación, le explica con amabilidad lo que tiene que hacer y le dice que pase antes que su hijo Ron. Quién le iba a decir a ella que ese gesto iba a determinar el futuro tanto de Harry como de su propia familia 😁
Porque desde el momento en que Harry y Ron se hacen amigos, Molly acoge a Harry como si fuera un hijo más. Indignada por el trato que le dan sus tíos, no duda en prodigarle muestras de cariño. El detalle de los regalos de navidad que le hace a partir de entonces es de lo más tierno (y significativo de lo mucho que quiere compensar esa falta de amor maternal de Harry).
Ese mismo amor hacia sus hijos lo vemos a lo largo de toda la saga. Conoceremos a la Molly cariñosa que cuida de sus hijos. También a la Molly severa, que no duda en echarles una buena bronca a los gemelos por sus trastadas o en castigar a los chicos cuando hacen algo mal. A la Molly preocupada por su familia (pendiente de ese reloj tan chulo que indicaba la situación de cada uno de los Weasley y que, tras el retorno de Voldemort, marcaba siempre «peligro mortal»). Y por supuesto, a la madre abnegada que se ocupaba de todas las tareas del hogar para que a ninguno de los suyos le faltara nada.
Desde aquí, mi homenaje a las madres que nos cuidan como Molly cuida a su familia. 😘
Molly Weasley, bruja poderosa
Hay que reconocer que, al contrario que nuestras madres, Molly tenía ventaja. Ser una bruja (y una bastante buena, de hecho) facilita una barbaridad las tareas domésticas 😁 Eso de que los platos se laven solos o fregar la casa con un simple toque de varita tiene que ser la caña. Pero como siempre, las tareas domésticas están tan poco valoradas que nunca se menciona esto como un logro.
En cualquier caso, las habilidades mágicas de Molly van mucho más allá. Es una sanadora bastante competente: consigue curar a George a pesar de la sangre que ha perdido, aunque no puede restaurarle la oreja perdida porque es imposible hacerlo cuando la lesión es fruto de la magia oscura.
Tampoco se le deben de dar mal los encantamientos, puesto que colaboró con el resto de profesores y magos de la Orden del Fénix en la protección de Hogwarts durante la batalla final contra Voldemort.
Pero desde luego, si hay algo por lo que todos recordamos a Molly Weasley es por su duelo con Bellatrix Lestrange en aquella batalla.
Molly había insistido en que Ginny debía volver a casa, que aquella batalla no era lugar para ella, pero la chica se negó a abandonar a su familia y se quedó en el castillo. Cuando la mujer ve cómo Bellatrix lanza un hechizo contra su hija, se desata toda su furia y corre a protegerla. La mortífaga se burla de ella, pero Molly no solo no se amilana sino que demuestra que, para salvar a los suyos, es capaz de pelear como una leona. El resultado final creo que lo sabemos todos, ¿no? 😁
Y es que, en este homenaje a las madres, quiero destacar la fortaleza que son capaces de sacar incluso en los momentos más difíciles si ven a los suyos en cualquier tipo de problema.
Y, por supuesto, le dedico este post a mi mami. Que un poco brujilla sí que es 😜
¿Te unes a mí en este homenaje a las madres? ¿Qué otras madres de libros de fantasía conoces?